Equipo Whiplash, 01 de octubre de 2021
La estrategia que ha llevado al PSG a ser una de las marcas deportivas más valiosas
Un bono ético para Neymar, el fichaje de Leo Messi, el de Sergio Ramos, además de un acuerdo con Dior para vestir a los futbolistas del club son algunas de las acciones de gestión de negocio, y de marca, que el París Saint Germain ha realizado en los últimos tiempos. Pero no son las únicas. Tras adquirir el club, la sociedad Qatar Sports Investments ha puesto en práctica un enfoque innovador que ha situado al PSG en la clasificación de Forbes por primera vez en su historia.
Hace unas semanas se conoció que el club de fútbol París Saint Germain ha decidido vincular el buen comportamiento de Neymar con hinchas y fans a un llamado “bono ético” de 6,5 millones de euros que sólo cobrará si se porta bien. No hay que olvidar que el branding deportivo pone el foco en lo emocional, en la identificación del aficionado con el equipo y sus valores.
Como en cualquier empresa, el comportamiento de sus empleados con los clientes, en este caso los fans, es un reflejo de la marca y afecta la percepción que se tiene de ella. La actitud del brasileño, que es sin duda un jugador valioso para el equipo, no se alineaba con los valores de los colores que representa, por lo que la administración buscó una forma creativa de “mejorar” su comportamiento utilizando un incentivo económico.
En mayo, al renovar su contrato con el PSG hasta 2025, Neymar aceptó una reducción de salario de 36 millones de euros por temporada a 30. Con el “bono ético” recibirá 541.680 euros brutos mensuales por ser «cortés, puntual, amable y estar disposición de los aficionados». Además la cláusula incluye una prohibición explícita de criticar públicamente cuestiones tácticas del equipo. En caso de cumplirse todo esto, en un año el brasileño se llevaría, en total, 36,5 millones de euros.
La acción busca proteger la marca que, dicho sea de paso, en los últimos cinco años ha escalado posiciones en el ranking de la revista Forbes que reúne a 50 grandes clubes de la NBA, NFL, NHL, MLB y del fútbol europeo. En la actualidad, el PSG ocupa el puesto número 43 en la lista de grandes clubes deportivos de la revista y es uno de los 10 primeros equipos de fútbol.
Según el medio digital Primicias.ec “el valor del Paris Saint-Germain (PSG) ha crecido un 207%” en estos últimos cinco años. Pero el bono ético de Neymar no es ni mucho menos la única acción de branding que el club ha puesto en marcha desde su adquisición por parte de la sociedad Qatar Sports Investments, que se ha propuesto aumentar el valor de la marca.
“Podemos estar orgullosos de haber elevado al Paris Saint-Germain a una de las franquicias deportivas más valiosas del mundo. Estamos satisfechos con el progreso logrado, seguimos centrados en nuestras metas futuras”, afirmó en un comunicado su presidente, Nasser al-Khelaïfi. Al-Khelaïfi señaló de que los proyectos en los que trabaja el club parisino, tanto dentro como fuera del campo, “consolidarán y fortalecerán la fuerza de nuestra institución y de nuestra marca para las futuras generaciones”.
La inversión en talento ha sido una de las estrategias más notorias con el reciente fichaje de Sergio Ramos y Leo Messi, entre otros. Además, el club ha firmado un acuerdo con Dior para que la casa parisina vista durante dos temporadas a los miembros del equipo. El club ha dicho al respecto que “comparte con la maison Dior la misma pasión por París, ambos hacen brillar a esta ciudad por el mundo gracias a su creatividad”. Este acuerdo no invalida el contrato que tiene con Nike para la vestimenta dentro del campo de juego.
Otra de las acciones para posicionar a la marca PSG y mejorar los resultados comerciales ha sido el acuerdo con ‘The Prince Estate’ para honrar a la leyenda del pop, Prince que incluyó un vinilo exclusivo de edición limitada en colaboración con Warner Records, y dos “cápsulas” de ropa también de edición limitada.
Qatar Sports Investments tiene, por lo visto, sus objetivos claros. Su estrategia de gestión de la marca busca generar valor para sus socios y aficionados no solo a través de la adquisición de talento, sino de la venta de productos y de la protección de su imagen, como lo demuestra el bono ético de Neymar.