Equipo Whiplash, 8 de noviembre de 2024

Benchmarking: qué es y cómo potencia tu estrategia de branding

El benchmarking es una herramienta esencial que, a través del análisis de las mejores prácticas de la competencia, permite a las marcas inspirarse en otros referentes, identificar áreas de mejora y optimizar su estrategia de branding para generar mayor impacto.

En un entorno de negocios dinámico, destacarse como marca exige una actualización constante y un profundo entendimiento del mercado. En este contexto, el benchmarking se convierte en una herramienta poderosa.

Pero ¿en qué consiste el benchmarking, y cómo puede beneficiar a una estrategia de branding?

¿Qué es el benchmarking?

El benchmarking es el proceso de analizar y comparar los productos, servicios y estrategias de las empresas competidoras o líderes de la industria.

Este análisis se centra en identificar aquellas prácticas que han demostrado ser exitosas y entender qué tan bien se está desempeñando una marca en comparación con sus competidores directos.

Para las marcas, el benchmarking va más allá de una simple observación: es un ejercicio activo de aprendizaje que permite ajustar las estrategias propias para alcanzar, y en ocasiones superar, los estándares de la industria.

Objetivos del benchmarking

El benchmarking en branding tiene varios objetivos específicos que son clave para optimizar la percepción y posicionamiento de una marca en el mercado.

En primer lugar, ayuda a identificar oportunidades de mejora al comparar la propuesta de valor, el tono de voz, el diseño y la narrativa de la marca con las de sus competidores, ajustándolos para alinearse con las expectativas actuales de los consumidores. Además, es una fuente de inspiración y creatividad, pues observar lo que están haciendo otras marcas líderes permite a las empresas innovar y explorar nuevos enfoques en su comunicación.

Esta herramienta también facilita el monitoreo de tendencias, lo cual es esencial en un entorno en constante cambio.

Con el benchmarking, las marcas pueden adaptarse rápidamente y evitar quedarse rezagadas frente a sus competidores. Asimismo, analizar el rendimiento de otras marcas exitosas permite establecer objetivos y metas realistas que orienten el camino

Tipos de benchmarking en branding

Existen varios tipos de benchmarking que pueden ser de utilidad en una estrategia de branding, dependiendo de los objetivos y recursos de cada marca.

Uno de los enfoques más comunes es el benchmarking competitivo, que se centra en la comparación directa con los competidores, observando cómo comunican sus marcas, presentan sus productos y cuál es su propuesta de valor. Es una técnica especialmente útil para aquellas marcas que buscan posicionarse en el mismo nicho de mercado.

Por otro lado, el benchmarking funcional permite analizar áreas específicas de la estrategia de branding comparando con empresas líderes de otras industrias. Este tipo de benchmarking es ideal cuando una marca desea innovar en aspectos específicos, como su presencia en redes sociales o la gestión de la experiencia de cliente.

El benchmarking interno, en cambio, se emplea en organizaciones con varias divisiones o áreas geográficas, comparando la efectividad de sus estrategias de branding a nivel interno para unificar y optimizar prácticas.

Finalmente, el benchmarking genérico se centra en identificar y aplicar las mejores prácticas, independientemente de la industria o el sector, y puede ser una fuente de innovaciones que amplían la creatividad de una marca.

Benchmarking paso a paso

Para aprovechar al máximo el benchmarking en branding, es importante seguir un proceso meticuloso que permita obtener insights valiosos. Aquí te presentamos un enfoque paso a paso:

  1. Definir el objetivo del benchmarking: Establecer un propósito claro ayuda a concentrarse en las áreas clave. ¿Buscas mejorar la visibilidad de la marca, aumentar el engagement en redes sociales, o fortalecer la lealtad de tus clientes?
  2. Identificar los competidores o referentes: Seleccionar las marcas adecuadas para el análisis es crucial. Incluye tanto competidores directos como líderes en el área de branding que puedan aportar perspectivas frescas.
  3. Recolectar y analizar datos: Recopila información relevante sobre la estrategia de branding de tus referentes. Esto puede incluir su presencia en redes sociales, campañas publicitarias, posicionamiento de marca, tono de voz, entre otros.
  4. Evaluar y comparar: A través de métricas específicas, evalúa cómo se desempeña tu marca en comparación con los referentes. Este análisis ayudará a identificar fortalezas y debilidades.
  5. Implementar cambios basados en hallazgos: El objetivo final del benchmarking es aplicar los aprendizajes a tu propia estrategia de branding. Esto puede implicar realizar cambios en el tono de comunicación, rediseñar la identidad visual, o ajustar la narrativa de la marca.
  6. Monitorear y ajustar: La implementación de cambios debe ir acompañada de un seguimiento constante para verificar que se están logrando los resultados esperados. El benchmarking es un proceso continuo y flexible, que puede adaptarse a medida que evolucionan el mercado y la marca.
Beneficios Clave del Benchmarking en Branding

Uno de los diversos beneficios del benchmarking dentro del contexto del branding es la mejora continua. Aplicar prácticas de benchmarking de manera recurrente permite que una marca evolucione y se mantenga actualizada, respondiendo a las necesidades y expectativas del mercado.

Esta herramienta también fomenta la innovación basada en datos, permitiendo que las marcas tomen decisiones estratégicas informadas que no solo mejoran su rendimiento, sino que también ayudan a diferenciarse. Esto es crucial para obtener una ventaja competitiva, ya que el benchmarking no se trata de copiar, sino de aprender y aplicar mejoras que aporten valor y marquen una diferencia en el mercado.

Adicionalmente, el benchmarking permite un mayor conocimiento del cliente, ya que al observar cómo otras marcas líderes satisfacen a su audiencia, se pueden identificar y cubrir mejor las necesidades y preferencias del público objetivo. Esta comprensión profunda del cliente contribuye a mejorar la propuesta de valor y fortalecer la relación con el consumidor.

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