Equipo Whiplash, 23 de octubre de 2020
La resiliencia es clave pasa superar la crisis
La segunda oleada de la pandemia de la COVID-19 está poniendo a prueba no sólo a los ciudadanos, los gobiernos y los sistemas sanitarios, sino también la resiliencia organizacional de las empresas, la economía y la sociedad en general.
La resiliencia es un término originalmente utilizado en ecología para señalar la capacidad de los ecosistemas de absorber perturbaciones, sin que se alteren sus características estructurales, dinámicas y funcionales lo que les permite, una vez que ha cesado la perturbación, volver a la situación previa a ésta. Desde hace algunos años ya, sin embargo, el concepto se aplica en otros sectores y disciplinas desde la psicología al ámbito empresarial.
La pandemia de la COVID-19, ya en su primera oleada supuso un duro examen a la capacidad de las organizaciones en todos los sectores de la economía para absorber el impacto de la crisis, mantenerse en pie y volver al negocio como de costumbre. Ahora, la segunda ola, la resiliencia empresarial y social se pone otra vez contra las cuerdas y esta vez, por acumulación, con mayor intensidad.
Eduardo Rojas Briales, decano del Colegio de Ingenieros de Montes y presidente de la Fundación Capital Natura, señalaba en la serie Cambio positivo para el día después, que hay “que pensar en cómo construimos una sociedad mucho más resiliente. Y esto, evidentemente no sólo abarca la economía, no sólo abarca lo institucional y el ámbito privado. Abarca todo”.
Hablando en términos amplios, Rojas Briales quien también es Portavoz de la plataforma Juntos por los Bosques (JxB), y ha sido Subdirector General de la FAO y co-presidente de UN-REDD, en representación del sistema ONU (PNUD, PNUMA y FAO), señalaba que “es muy importante entender que no solo es cambio climático, que no solo es la globalización económica y sus consecuencias sociales y ambientales, que no son solo enfermedades que circulan con mucha mayor rapidez, que no solo es el proceso de urbanización o desmaterialización. Es, en definitiva, un conjunto de retos que plantea una sociedad. Ese cambio global que hay que poder abordar”.
Sin embargo, en el caso específico de las organizaciones, de acuerdo con un modelo desarrollado por la consultora EY, hay nueve áreas en las cuales las organizaciones deben focalizar sus esfuerzos en función de aumentar su resiliencia y “liderar asertivamente en medio de la incertidumbre y complejidad”.
La primera es el área financiera, en la que es importante proteger el capital de trabajo y contar con liquidez suficiente para afrontar y superar la crisis; la segunda es la salud de los empleados, pues la empresa debe velar por el bienestar de su equipo dentro y fuera del espacio de trabajo; en tercer lugar encontramos la necesidad de proteger la marca protegiendo al cliente, esto es, a mayor satisfacción del cliente mayor fidelidad para con nuestra marca; una eficiente administración de la cadena de suministros está en el cuarto lugar; en el quinto, la gestión del riesgo, para lo cual es necesario conocer qué problemas pueden surgir con los nuevos procedimientos de emergencia y si se tiene toda la información necesaria para gestionarlos y reducir su impacto en el negocio; en el sexto lugar encontramos la tecnología y la necesidad de mantener a salvo nuestros sistemas informáticos; en séptimo lugar las obligaciones legales y sus derivadas; la estrategia de comunicación con el personal y la correcta gestión del equipo en estos tiempos de incertidumbre es el octavo punto de la lista; y por último, la gobernanza de la organización y la responsabilidad social de ésta, tomando en cuenta el impacto de la crisis en los diversos stakeholders y evaluando la contribución de la empresa a la sociedad.
En resumen, conocer la capacidad de resiliencia de la organización, ayudará a sus líderes a hacer frente a la crisis que ha generado la pandemia, y a sus efectos en la sociedad y la economía, permitiendo así que la marca, la empresa, salgan reforzadas.