Equipo Whiplash, 06 de mayo de 2022

El reto de captar el mejor talento

En los últimos años las fórmulas de captación y retención de talento han cambiado y las expectativas y aspiraciones de los potenciales candidatos también. El teletrabajo se posiciona como una prioridad para quienes buscan empleo. Para las empresas, poder captar a los mejores candidatos es una ventaja competitiva.

Una de las pocas cosas que se había mantenido casi sin cambios en el mundo empresarial a lo largo de los últimos 100 años es el modelo de reclutamiento de personal.

Incluso después de la masificación del uso de Internet y hasta hace relativamente muy poco, las técnicas de captación apenas se diferenciaban de aquellas con las que nuestros padres y abuelos accedieron a sus primeros puestos de trabajo.

En las últimas décadas, sin embargo, esta realidad ha cambiado. En Europa, por ejemplo, las organizaciones se han dado cuenta de que una mera descripción de cargo no es lo que atraerá al mejor talento a sus filas.

Mucho menos si hablamos de Millennials y de la Generación Z cuyas expectativas y exigencias para el mercado laboral son radicalmente distintas a las de generaciones anteriores.

Hoy, las organizaciones echan mano del marketing para construir «employer brands» y posicionar a sus marcas como empleadores atractivos dentro del mercado laboral.

Las llamadas “técnicas de reclutamiento 4.0” implican un uso activo y sistemático de las redes sociales para construir estas “employer brands”. También, crear webs corporativas de empleo para publicar todo tipo de información sobre la compañía y blogs con contenido de interés para los futuros candidatos.

En resumen, utilizar todas las herramientas que brinda el espacio digital para hacer que la marca sea más visible y atractiva para los potenciales candidatos. Todo en consonancia con el propósito y los valores que defiende la organización, y que deben estar alineados con las aspiraciones y expectativas del talento que se desea captar.

El objetivo, claro está, es atraer y retener a los mejores candidatos.

Pero una buena estrategia de employer branding no es suficiente. En un contexto marcado por la velocidad de la evolución tecnológica, el surgimiento de nuevos modelos de negocios y la adopción de nuevas maneras de trabajar, el talento es una ventaja competitiva clave para las empresas y éstas deben tener en cuenta qué quieren los trabajadores.  

Teletrabajo, una prioridad nueva

La pandemia obligó a empresas y trabajadores a asumir el teletrabajo a marchas forzadas, y provocó un cambio sustancial en la forma de trabajar. También en las expectativas de los empleados, para quienes la flexibilidad en los horarios de trabajo se ha convertido en una prioridad a la hora de buscar y aceptar un empleo.

De hecho, un estudio reciente en Estados Unidos revela que las búsquedas de trabajo en remoto aumentaron en un 360% entre junio de 2019 y junio de 2021. Esto sugiere, según un artículo de Alliance Virtual Offices que cita ese estudio, que aunque muchos trabajadores podrían volver a sus oficinas, preferirían seguir trabajando en remoto.

En nuestro país, la deslocalización del empleo amenaza las posibilidades de las firmas locales de captar y retener el mejor talento en puestos vinculados con la tecnología. Según afirma un artículo publicado por El Confidencial, cada vez más “empresas de EEUU y Europa fichan en España talento técnico para trabajar en remoto con sueldos de seis cifras”.

Pero no se trata sólo de los beneficios salariales, también de las posibilidades de mayor conciliación entre la vida personal y la laboral que brinda el teletrabajo.

Para las empresas, incluir la posibilidad de trabajar en remoto o con un acuerdo flexible en cuanto al tiempo que el trabajador pasa en la oficina, es una baza atractiva que ayuda en la construcción de su marca como empleador.

Mentalidad estratégica y propósito claro             

Construir una employer brand requiere de mentalidad estratégica y un plan de largo plazo, más que de tácticas o acciones específicas para cubrir una vacante. Una marca, como hemos dicho en otras ocasiones es «un ecosistema simbólico que se crea en la cabeza de las personas que consiste en toda la información y las expectativas que se asocian a un producto, servicio u organización».

En resumen, es lo que otros piensan de ella. Es un patrón de comportamiento que usuarios y potenciales empleados perciben, cada quien desde su óptica, y es necesario que los responsables de la marca tengan muy claro qué entra dentro de ese patrón y qué no.

Crear una marca atractiva para el talento implica un cambio estratégico en la mentalidad de quienes dirigen la organización, obligándoles a comprender mejor a su público objetivo y a tomar posición poniéndose en los zapatos del candidato y comprendiendo sus motivos para postularse (o no).

Esto es fundamental a la hora de atraer a los perfiles precisos. Una employer brand de éxito es aquella que parte de un profundo conocimiento de sí misma que le permite comprender cuáles son sus atributos más atractivos para la audiencia que persigue y así conectar su propósito con los valores y aspiraciones no sólo de la sociedad y de sus clientes, sino de aquellos talentos que desea captar e incorporar a su plantilla.

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