Equipo Whiplash, 24 de mayo de 2024

La marca es el mensaje

En la era digital, donde la comunicación es omnipresente y las interacciones ocurren a un ritmo vertiginoso, la noción de la marca ha trascendido su definición tradicional. Las marcas, en sí mismas se han convertido en un poderoso medio de comunicación, moldeando las percepciones y experiencias de los consumidores.

Marshall McLuhan, el célebre teórico de la comunicación, acuñó la famosa frase «el medio es el mensaje» para enfatizar que la forma en la que se transmite un mensaje afecta la percepción de su contenido tanto como el mensaje en sí mismo.

Esta idea, propuesta por MacLuhan en su libro Comprender los medios de comunicación: Las extensiones del ser humano), publicado en 1963, puede adaptarse a las marcas en el mundo contemporáneo, transformándose en “la marca es el mensaje”.

En su libro Your Brand. The next media company (Tu marca, la nueva compañía de medios), publicado en 2013, el autor estadounidense Michael Brito explora cómo las marcas pueden convertirse en potentes medios de comunicación. El social bussiness, las estrategias de marketing de contenidos, y la interacción de las marcas con sus públicos a través de las redes sociales, son algunas de las claves para transformar una marca en un medio capaz de moldear las percepciones y experiencias de los consumidores.

La marca como medio de comunicación

Una marca no es simplemente un logotipo o un eslogan; es una combinación de valores, historias y experiencias que comunica algo intrínseco sobre la empresa a sus consumidores.

Cuando McLuhan afirmaba que «el medio es el mensaje», subrayaba cómo la tecnología y los medios de comunicación transforman nuestras vidas más allá de los contenidos específicos que transmiten. Del mismo modo, una marca actúa como un medio que transmite los valores y la esencia de una empresa más allá de los productos o servicios que ofrece.

El teórico Kevin Lane Keller, defiende que una marca fuerte genera asociaciones emocionales y una lealtad de marca significativa. Esto se consigue a través de narrativas poderosas y una presencia coherente en diferentes medios. Una comunicación emocional fortalece la conexión entre la marca y el consumidor y logra que el mensaje sea más memorable y efectivo.

Consideremos, por ejemplo, marcas como Apple y Nike. Apple no solo vende dispositivos tecnológicos; transmite innovación, diseño y una experiencia de usuario superior. Nike, por otro lado, no se limita a vender ropa deportiva; vende aspiraciones de rendimiento, superación y una filosofía de «Just Do It». La marca en sí misma envía un mensaje claro y poderoso que cala en sus audiencias, creando una conexión emocional que va más allá del producto.

Identidad y percepción

Las marcas tienen el poder de moldear la percepción del consumidor de manera tan efectiva que el valor percibido de un producto o servicio puede ser significativamente mayor que su valor intrínseco.

McLuhan observó que cada medio tiene su propio mensaje debido a las características y experiencias únicas que ofrece. Similarmente, cada marca desarrolla su propio «mensaje» basado en cómo se presenta al mercado, las experiencias que proporciona y la forma en que interactúa con sus consumidores.

Una marca fuerte establece una identidad clara y consistente que los consumidores pueden identificar y con la cual pueden identificarse. Esto se logra mediante la narración de historias, la creación de experiencias memorables y la comunicación de valores claros y coherentes.

Por ejemplo, la marca Patagonia se ha consolidado como un referente en sostenibilidad y responsabilidad ambiental. A través de sus campañas de marketing, prácticas empresariales y productos ecológicos, Patagonia comunica un mensaje claro: compromiso con el medio ambiente y la ética empresarial.

Experiencia del consumidor

La experiencia del consumidor, hoy en día, es tan importante como los productos, para el éxito de una marca.

McLuhan argumentaba que la forma en que experimentamos los medios es tan importante como el contenido que consumimos. De manera similar, la experiencia que una marca ofrece a sus consumidores puede ser incluso más importante que los productos que vende.

Cada punto de contacto con la marca, desde la navegación en su sitio web hasta la interacción en redes sociales y el servicio al cliente, contribuye a formar la percepción de la marca en la mente del consumidor.

Un ejemplo notable es la marca Zappos, conocida por su excepcional servicio al cliente. Zappos no solo vende zapatos; ofrece una experiencia de compra que prioriza la satisfacción del cliente, lo cual se ha convertido en su principal mensaje de marca.

Esta dedicación a una experiencia superior ha generado lealtad y una reputación que va más allá de la simple venta de productos.

De McLuhan a la era digital

Marshall McLuhan transformó nuestra comprensión de la comunicación al enfatizar que el medio es tan importante como el mensaje que transmite. En la actualidad, esta perspectiva es fundamental para comprender la naturaleza de las marcas. Una marca no es solo una representación visual o un conjunto de productos; en la era digital es un medio de comunicación que transmite valores, historias y experiencias.

Así, la marca es el mensaje. Su poder radica en su capacidad para conectar emocionalmente con sus consumidores, moldear sus percepciones y crear experiencias significativas. En un mundo donde las interacciones digitales dominan, las marcas que entienden y aplican este principio están mejor posicionadas para lograr una conexión profunda y duradera con sus audiencias.

Comparte este POst