Equipo Whiplash, 17 de junio de 2022

La sostenibilidad es una gran oportunidad para las marcas

Los consumidores demandan de las organizaciones un propósito conectado con sus necesidades y responsable con el Planeta. El desafío entraña una oportunidad única para aquellas marcas que asuman el compromiso de contribuir a construir una sociedad más responsable. La iniciativa Net Zero –Cero Neto–, para reducir a cero las emisiones de gases de efecto invernadero, crece a escala global. También en España.

La sostenibilidad es una gran oportunidad para las marcas, y cada vez son más las que se suman al compromiso de ayudar a mejorar las condiciones de vida en el planeta, no sólo desde el punto de vista medioambiental, en el que la cruzada contra el plástico se ha convertido en punta de lanza, sino también en lo social y económico. 

La creciente conciencia de los consumidores en general en cuanto a que las organizaciones tienen la obligación de poner su granito de arena en la construcción de sociedades más responsables, hace que para éstas asumir el compromiso sea ineludible.

Empresas y marcas por un mundo sin gases de efecto invernadero

Para las marcas, la sostenibilidad es una gran oportunidad de regresar a su razón de ser y de atender las demandas de la sociedad.

Alineadas con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 12, dedicado a la producción y el consumo sostenibles, más de 500 empresas en todo el mundo (27 de ellas españolas) se comprometieron públicamente, en el marco de la COP25, que se llevó a cabo en Madrid del 2 al 14 de diciembre de 2019, a reducir a cero sus emisiones netas de gases de efecto invernadero para el año 2030. Es decir, 20 años antes de las metas marcadas en el Acuerdo de París para 2050.

Otras 17 empresas españolas, entre las que se encuentran  Acciona, Cellnex, Iberdrola, Inditex, Indra, Meliá, Siemens Gamesa y Telefónica y, fuera ya del Ibex, Tubacex, Sacyr o Puig, se han sumado a la Science Based Targets initiative (SBTi, Iniciativa de Objetivos basados en la ciencia). Lo que se proponen es limitar el aumento de la temperatura del planeta a 1,5 grados por medio de una serie de compromisos y objetivos de corto y largo plazo establecidos por la SBTi para eliminar las emisiones netas de gases de efecto invernadero.

Los objetivos a largo plazo indican el grado de reducción de emisiones que las organizaciones deben alcanzar para lograr el cero neto de acuerdo con los criterios del Estándar Corporativo de Cero Neto de SBTi. Estos objetivos deben alcanzarse a más tardar en 2050 (o 2040 para el sector eléctrico). Los objetivos a largo plazo son desarrollados por empresas que desean establecer objetivos netos cero bajo el Estándar corporativo neto cero.

La responsabilidad es un concepto amplio

Pero la responsabilidad de las empresas no se limita al medio ambiente.

De acuerdo con un estudio realizado en España, entre otros por Dirse, la asociación española de directivos de responsabilidad social, la responsabilidad es un concepto amplio que abarca muchas cosas: “se trata de si una empresa paga los impuestos donde genera los beneficios, si tiene en consideración a sus empleados, si externaliza o no su actividad, si evita malas prácticas como sobornos o fijar precios con otras empresas del sector o si aplica el principio de precaución y prevención en relación al medioambiente, también si gestiona los riesgos en relación los impactos no deseados (sociales, medioambientales y económicos) que provoca su actividad”.

Christopher Smith, CEO y Fundador de BrandSmith, explica que, en el contexto digital, donde se impone la personalización de experiencias, productos y servicios, también hay que hablar de la responsabilidad de las marcas. “En este escenario consideramos como marcas responsables a aquellas que aplican la ética empresarial en la obtención y uso de datos de sus usuarios, pues el hecho de que tengamos cierta información no nos da derecho a utilizarla arbitrariamente para nuestros propios intereses”, señala Smith.

La puesta en valor de los intangibles de la marca con un sentido ético y responsable a través de todos los puntos de contacto con la sociedad –el comportamiento de las personas, la puesta en escena de los productos y el desarrollo de proyectos de innovación sostenible–, ejerce una presión positiva sobre la reputación de la marca, al hacer visible su compromiso de trabajar, juntos, por el bien común.

Esta es la clave para la supervivencia de las marcas, porque en la era de la sostenibilidad, se impone el consumo responsable, y los consumidores tienen claro que aquellas empresas cuyo objetivo único y fundamental es su propio crecimiento, desaparecerán.

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